Sueños
Las cifras demuestran que Chile es uno de los países de la OCDE con peor tasa de participación laboral femenina, ocupando el número 31 en la lista.
El estudio Women in Work Index 2022 de PwC, así lo retrata. Es por ello, que hoy la mayoría de las políticas públicas y múltiples iniciativas del mundo privado, apuntan revertir esta brecha.
Mientras esto sucede, hay empresas como Aitue, que ya llevan años trabajando para lograr la equidad de género al interior de la compañía y conciliar la vida laboral, familiar y personal. Es así como hoy, el 60% de sus trabajadoras son mujeres, quienes además tienen representación en todos los cargos. Así lo relata Loreto Fariña, subgerenta de Personas y Administración de Aitue.
¿Cómo ha avanzado el programa de participación femenina en la compañía?
Esta es una empresa compuesta por un 60% de mujeres con representación en los distintos niveles de cargos, incluyendo áreas más masculinizadas como Obras. El avance que hemos tenido va orientado más bien, hacia un proceso de trabajo de conciliación con la familia e ir sumando a los hombres y mujeres en beneficios que antes eran más relacionados a las mujeres. Por ejemplo: el primer día de clases, los actos del colegio o la enfermedad de un hijo.
Es decir, ¿el trabajo que están haciendo hoy se concentra en fomentar la corresponsabilidad parental?
Nosotros somos una empresa de 100 personas y con un 70% de padres con hijos menores de 12 años. Desde ahí que extendemos los beneficios y hacemos actividades para integrar a las familias. En Aitue, tanto mujeres como hombres, somos necesarios en los trabajos y en nuestras familias. De ahí surge nuestra necesidad como empresa de ir apoyándolos a todos.
¿Qué ha sido lo más difícil dentro de este proceso transformador?
El mayor desafío fue en la pandemia, principalmente cambiar la forma de trabajar. Cómo seguíamos operando de buena forma y sin descuidar a las personas que estaban en sus hogares fue nuestra principal preocupación. Realizamos intervención en talleres con el apoyo de una psicóloga para poder ir descomprimiendo, y entendiendo cuáles eran las distintas necesidades y de qué forma como empresa podíamos ir apoyando y gestionando. El hecho de escuchar, tener una comunicación permanente, junto con el compromiso en este proceso, permitió también que el formato híbrido se mantuviera hasta el día de hoy en la oficina central. Hay otros cargos que quedaron inclusive 100% en teletrabajo, lo cual ha sido una forma de trabajar muy valorada por las personas. Estamos siempre en evaluación.
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